Rutas

En el excelente libro de Ángel Ortiz y Lázaro Jiménez El valle de Ricote. Excursiones a pie, bicicleta y piragua, (editorial Natursport) se recogen dos rutas que tienen su punto de partida en Archena y el destino en Abarán.

Ruta 1: Archena-Abarán por el Valle de Ricote

La primera de ellas transcurre por 19,5 Km y la recomendación es hacerla en bicicleta, recorriendo longitudinalmente el Valle de Ricote, principalmente por asfalto, aunque cruza algunos tramos de tierra. La ruta comienza en Archena y por el camino viejo de Ulea llega a este pueblo por el margen izquierdo del río Segura, después sigue hasta Ojós y aquí cambia de margen para remontar el desfiladero del Chinte hasta la presa del Azud de Ojós. Allí nuevamente se va a la derecha a través del túnel y bordea el embalse entrando en Blanca por el barrio del café y el alto de Bayna. En Blanca cruza el puente sobre el río y, girando para pasar bajo dicho puente, sigue su camino por Runes y Los Tollos, hasta alcanzar el alto de Coronas y bajar finalmente a Abarán tras haber pasado ante la barriada de la Virgen del Oro.

Ruta 2: Archena-Abarán

Portada de el libro "El valle de Ricote. Excursiones a pie, bicicleta y piragua"La segunda recorre una distancia de 21 Km y está pensada para realizarla a pie, con una duración aproximada de 7 horas. Se recomienda realizarla en dos etapas: Archena-Ricote (13 Km; 4 h.) y Ricote-Abarán (8 km; 3 h.) y tiene una dificultad media. Es un sendero de pequeño recorrido que pasa por los siete municipios que forman el Valle de Ricote. Es un camino para hacerlo pausadamente, contemplando la huerta y sus paisajes.

Partimos de la Plaza de la Constitución de Archena y nos dirigimos por la carretera que nos lleva a los Baños. Hay algo menos de dos kilómetros, pasando antes por un cruce que indica la dirección hacia la residencia militar. Pronto aparecerá el río Segura engalanado entre palmeras, por el margen derecho. Al llegar a los Baños entramos por la calle principal, atravesando el conjunto de instalaciones termales entre ellas la Ermita de la Virgen de la Salud, de estilo neorromántico.

El río SeguraCruzando los Baños vamos en dirección a la piscina termal y, junto a la orilla del río, un camino de tierra nos saca del recinto. Al poco, en una primera curva del camino dejamos éste para seguir recto hacia una gran explanada bajo unos grandes eucaliptos. A continuación una senda entre cañaverales nos lleva junto a un huerto de limoneros y una acequia que seguimos por su orilla izquierda. Un camino de tierra que pasa junto a un vertedero inoportuno, nos lleva de nuevo a la carretera que va de Archena a Villanueva del Río Segura, frente al cementerio de ésta última localidad.

PalmerasHemos de retroceder unos 400 metros por la carretera como si regresáramos a Archena en el primer cruce asfaltado a la derecha tomamos la dirección que rodea la montaña del Cobi por el sur. Entre huertos nos dirigimos frente al Cajal y, en un cruce de carreteras giramos a la derecha. Al rato dejamos el asfalto para ir recto por un camino de tierra y, tras pasar junto a dos palmeras, bajamos hacia la rambla del Mayés. Seguimos por la rambla hasta la carretera, que cruzamos con precaución ya que la visibilidad es limitada. Ras cruzarla un camino nos baja de enfrente entre huertos y giramos a la izquierda, una senda nos lleva hasta Villanueva. Pasamos frente a la iglesia y el Centro Cultural Infanta Cristina; en la esquina izquierda de éste un callejón nos asoma y nos baja hasta el puente que conduce a Ulea.

Villanueva está enclavada sobre un cerro amesetado sobre el río Segura y es una tierra fértil cuyos cítricos y albaricoques son muy apreciados en sus diversas variedades. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII, es de estilo neoclásico, conservando tallas del siglo XVI. Al cruzar el puente sobre el río, y frente a la población de Ulea, cogemos a la izquierda la mota del río que nos lleva hasta un azud y giramos a la derecha por una carretera asfaltada que entra en Ulea. Nos dirigimos a la iglesia de San Bartolomé, y por unas escaleras que pasan salimos al camino hacia Ojós.

NoriaResulta curioso comprobar cómo Ulea se asienta al pie del cerro del Castillo, sin quitarle ni un palmo de tierra a la huerta. Poblada en otros tiempos por iberos, romanos y árabes, la sierra conserva restos arqueológicos, como la Pila de la Reina Mora y murallas de la Alcazaba. En el templete de la zona del Henchidor se baña el día 3 de mayo de cada año la Santa Cruz.

Rodeando la sierra de Ulea nos encaminamos por la carretera asfaltada hacia Ojós, siguiendo por el margen izquierdo del río Segura. Pasamos junto a una noria abandonada y, frente a nosotros, en el otro margen del río, hay un túnel que atraviesa una formación rocosa llamada El Salto de la Novia, donde la cultura popular ha elevado a leyenda las desgracias de amores imposibles entre pueblos rivales: árabes y cristianos.

 

Mapa Tridimensional de la rura

 

Siguiendo la carretera llegamos a Ojós, enclave privilegiado junto al río y protegido por las impresionantes paredes del Chinte.

Los moriscos de este valle, expulsados a principios del siglo XVII, fueron los últimos que salieron de España. Pasead por sus estrechas calles, contemplad sus escudos nobiliarios y no dejad de visitar el lavadero público. No podemos partir sin probar sus bizcochos borrachos hechos aún artesanalmente en un horno de leña de mas de cien años.

Seguimos por la carretera que cruza Ojós en dirección a Blanca pasando por la iglesia de San Agustín y antes de salir del pueblo por una calle que sale a la izquierda, subimos hasta enlazar con un camino de tierra que, pasando bajo dos algarrobos, nos saca de Ojós por la carretera que sube a Ricote, frente al cementerio. Si no nos apetece pasear por la carretera podemos bajar en el cruce a la izquierda unos 100 metros para coger a la derecha un camino de tierra que sigue los postes del teléfono hasta salir a la carretera, junto al cementerio de Ricote, con una canaleta de agua en la parte izquierda. Pasamos junto a una olivera centenaria que tiene fama de ser el árbol mas viejo de la región, aunque está bastante acosado por el asfalto de la carretera.

Iglesia de RicoteLa iglesia de Ricote se ve al fondo, interceptada su vista por los artificiales tubos del canal del trasvase que cortan el paisaje. Entramos en el pueblo dejando a la izquierda el cruce en dirección a Cieza y Mula. Esta villa, que da nombre al Valle, está sobre una alta y fértil huerta, rodeada de montes. Aunque estuvo poblada por iberos, fenicios y romanos, es a partir de la dominación musulmana, en el año 826, cuando Ricote se convierte en una fortaleza importante. Según las crónicas, tras sus muros vivió una comunidad de místicos, filósofos, pensadores y sabios (ulemas). No podemos dejar de visitar sus calles moriscas, la casa de Álvarez Castellanos y la iglesia de San Sebastián. El vino de Ricote y los platos fuertes son muy populares entre los visitantes. Desde la plaza de Santiago cogemos la calle que, obligatoriamente, pasa por un vertedero y escombrera; iremos a paso ligero por este tramo, sin bajar por el camino que indica la prohibición de paso, sino que cruzamos una rambla que rodea el alto de la Umbría y nos muestra una magnífica vista sobre el valle, con el río, Ojós y las verticales paredes del Chinte.

Al pasar por un collado, a 365 metros de altitud, donde la ventanica de Ojós queda sobre nosotros, la vista dobla por la umbría a la izquierda, apareciendo de repente el embalse, Blanca y el Solán. Bajamos cómodamente esta pista bien conservada, hasta una explanada en la que, a la izquierda, sube un camino que devuelve al cruce con el albergue de la Calera. En esta explanada seguimos recto, bajando por una senda delimitada con piedras a los lados hasta aparecer ante una huerta, sobre el barranco del pantano que nos saca de la carretera.

AguaSeguimos por la carretera a Blanca, caminando un kilómetro hasta el alto del Palomo; un poco antes de llegar tomaremos un atajo, bajando por un camino de tierra y cruzando por un puente al barranco del Zapato , para salir junto a la finca de don Carlos donde un escudo preside la puerta de entrada. Ya en el alto del Palomo, frente al puente cogemos unas escaleras a la derecha que nos llevan al cruce de Abarán, en el barrio de Runes y, sin entrar en Blanca, pasamos bajo el puente de hierro. Vamos junto al río por el paseo desde donde se contempla la Peña Negra y el castillo.

A unos 800 metros pasamos por el barrio de los Tollos, dejando la carretera asfaltada para bajarnos a la derecha por un carril cementado que cruza la rambla de la Tejera y se adentra en la huerta a través de una senda paralela al río. La senda continúa empedrada hasta salir a un camino más ancho que pasa junto a la casa de Darrax, con un pino centenario en su puerta.

Seguimos el camino recto, pasando entre chopos y un cerrado tramo de cipreses y, alcanzar unas casas aisladas el camino pasa bajo el Cabezo de la Corona (256 metros). Vemos enfrente la sierra de la Cáriala, con un dado de roca característico en su cima.

PanorámicaUn camino asfaltado baja entre huertos para volver a subir a un alto de 175 metros desde donde se contempla Abarán. Aquí dejamos la carretera asfaltada para irnos a la derecha por un camino de tierra, siguiendo una tubería de agua, hacia un casón abandonado. Este camino rodea el soto de Damián y, junto a dos grandes pinos aislados, dejamos el camino para bajr por una senda ala derecha, que pasa sobre la central eléctrica del Jarral.

Tras pasar junto a varias casas, y en un antiguo casón abandonado, bajamos en zigzag hasta cruzar el canal de Nicolás en el huero del Soto. Tras seguir un trecho el canal en dirección a Abarán, doblamos a la derecha en el primer cruce, pasando sobre el Segura por un puente. A la izquierda, al bajar el mismo llegamos al parque de Abarán, punto final del recorrido.

Ruta 3

Portada de la revista "Palabras Mayores"En el primer número de la revista Palabras Mayores, editada por el Centro de Personas Mayores de Archena, figura un artículo firmado por don Pedro Mariano Crevillén y don Paulino Gil, ambos componentes del autodenominado "los siete magníficos del colesterol", un grupo de amigos que sale a caminar todas las tardes y que hace una propuesta de diferentes rutas por el término municipal de Archena para los cinco días laborables de la semana:

LUNES: Visita al Balneario

MARTES: Llegar por el Pago del Barranco hasta la autovía siguiendo en dirección al colegio Alcolea Lacal, por el barrio de la Providencia hasta la carretera de Villanueva, frente a la gasolinera, y entrar al pueblo por la calle del Calvario o calle de Los Pasos.

MIÉRCOLES: Bajar por el Matadero a los Pozos y llegar hasta la nueva depuradora, siguiendo desde allí al cruce de la autovía, para coger finalmente la carretera que llega detrás de la Iglesia.

JUEVES: Carretera de Villanueva hasta el Covi, cogiendo la carretera que conduce a La Paira alta para llegar a la barriada de nuevas construcciones que ya es de Villanueva y seguir desde allí al Barrio de La Providencia.

VIERNES: Llegar al Polideportivo, tomar la vereda del Río Segura, por la nueva construcción del margen derecho, seguir hasta el cruce de los Viejos Pozos, para pasar junto al colegio Emilio Candel, detrás de la Iglesia de San Juan y salir al edificio “Posada Calesa”.

Ruta 4: Ruta de las Presas

En el segundo número de la misma revista Palabras Mayores don Juan López Almela nos propone una ruta de senderismo por las presas del río. La longitud de la misma es:

  • Desde el Polideportivo a la Depuradora: 3 kilómetros
  • Desde la Depuradora a la Iglesia: 2,3 km.

Por el interior del recinto del Polideportivo accedemos a la margen derecha del río Segura. A pocos metros encontramos la primera presa:

  • Presa de los Mazos. Esta presa desvía el agua hacia un canal que discurre paralelo al río por la margen izquierda y lleva el agua a la central eléctrica situada junto al puente de hierro. De ahí parte también la acequia de Caravija que riega la huerta de La Algaida.

Seguimos por el nuevo y magnífico paseo junto a la margen derecha del río, cruzamos bajo el puente del Segura y después bajo el puente de hierro. Llegamos a la primera fase del paseo pasada la fuente. Pasamos a la calle Duque de Huete y siguiendo por la izquierda, junto a las naves industriales llagamos nuevamente a la margen del río, donde encontramos otra presa:

  • Presa de la Acequia de Alguazas. Aunque riega fundamentalmente el término de Alguazas, también riega a su paso algunas tierras de los términos de Archena y Ceutí.
  • Presa de la Acequia de Molina. Siguiendo el curso del río nos encontramos con esta presa, cuya acequia lleva sus aguas a Molina de Segura. De ella parte un acueducto subterráneo conocido como

Las Minas de la Algaida. Esta presa y Las Minas fueron construidas en 1652 como consecuencia de que la riada de San Calixto, en 1651 se llevó otra presa que había mas abajo, desvió el río y la acequia de Molina se quedó sin entrada de agua.

Frente a esta presa vemos una noria, la del Acebuche, que eleva el agua de la acequia de Caravija para riego de una zona de La Algaida. Mas abajo cruzamos bajo el puente de la circunvalación y nos encontramos con otra presa:

  • Presa del Río Muerto. Esta presa abastecía de agua a una central hidroeléctrica que se encuentra a poca distancia en la margen izquierda del río.

 

Plano con puntos de referencia

 

A continuación nos encontramos con la Depuradora, una magnífica obra construida recientemente que se puede visitar, haciendo un descanso para el regreso.

Hasta aquí hemos contemplado y disfrutado los encantos del río: vegetación, aves acuáticas, el sosiego que proporciona ver discurrir el agua. Ahora cambiamos de paisaje:

  • Paseo por la huerta. Volvemos por la huerta, tomamos el camino del Río Muerto, cruzamos la circunvalación y entramos en el camino del Pago Barranco, que acaba en la Iglesia de San Juan. En este último tramo que discurre por la huerta vieja de Archena, veremos los cultivos de hortalizas, de frutales (principalmente cirueles9 y de cítricos, de los que sobresale el mandarino. Es un paseo muy agradable, del clima y del olor a azahar, que nos estimulará a leer a nuestro poeta universal Vicente Medina, que también contó las maravillas de su tierra.

Ruta 5: Senderismo por el monte Ope, Archena.

por Pedro Miguel Ortega Martínez

Septiembre también es un buen mes, para viajar a la Región de Murcia. Su famosa huerta dispone de un clima atractivo, incluso de mediados a finales de dicho mes. Por este motivo, varios amigos nos desplazamos hasta las termas de Archena. Nos alojamos en el acreditado balneario, y por nuestra cuenta procuramos conocer los alrededores del establecimiento termal; el senderismo es una buen actividad para ocupar las horas que nos quedaban libres, entre los tratamientos requeridos.RUTAS

Pocos viajeros se imaginan, los atractivos paisajes que se divisan desde lo alto de este curioso monte: el Ope. No me importa confesar tenía otra idea respecto a la Región de Murcia; cuando en realidad sus cultivos y diferentes panorámicas nos hacen un catálogo de apreciaciones paisajísticas muy naturales, pues conocimos diversos rincones murcianos. El río Segura, a los pies del Ope, silencioso, con un agua cargada de nutrientes, hace de sus orillas un auténtico vergel. Cuando llueve, aunque sea escasamente, todo el verdor se limpia y el campo reluce agradecido, lleno de vida.

Saliendo del balneario, se llega hasta la entrada de Archena. A la derecha de nuestra marcha advertimos –como en todas partes- que se están urbanizando unos terrenos; y esas nuevas calles nos llevan hasta el inicio del sendero. El Ope se encuentra en el norte del municipio. Es el más alto, con 276 m, y el más representativo de los cerros que rodean Archena. En su cumbre luce una Cruz (la original se instaló en el siglo XVII) que se distingue desde cualquier parte del pueblo, y su curiosidad despierta el interés de ascender. La formación del monte, según me indican en el propio Ayuntamiento, es de piedra caliza y no favorece la vegetación.

Tras un breve trecho de suelo hormigonado, enseguida se llega a pisar la tierra natural, el auténtico sendero, al superar un centro de interpretación que en ese mes de septiembre de 2006 se estaba construyendo. Enhorabuena por esta iniciativa. El atajo va bordeando el monte, y dispone de diferentes balcones desde donde admirar los paisajes, así como de algunos bancos. No es difícil la subida, pues está muy bien indicada por la propia rodadura de pasos anteriores. En una variante del camino, se ofrece de pleno el Valle de Ricote; nos llamó poderosamente la atención, por la abrupta formación de los montes que encierran dicho valle.

Conviene hacer este camino en las primeras horas del día, para rebajar un buen desayuno –por ejemplo- RUTASantes de que empiece el calor. Si se desea ascender hasta la misma Cruz, debe ir el senderista mejor preparado: buenas botas, bastón, agua, gorro, y buen sentido de la orientación; el ascenso a la cumbre no es nada fácil, máxime si no se conoce el camino más idóneo. Con lo cual, ya sabe el amable lector que este comentarista no superó la prueba; pero las vistas que disfrutamos merecieron el esfuerzo. Luego bajamos hacia la Residencia Militar, bordeando sus instalaciones para volver hacia el río Segura antes de su paso junto al Balneario. Desde aquí, entrados ya en los terrenos de la instalación termal, regresamos a disfrutar de sus aguas bajo un frondoso paseo de eucaliptos.

Con mi agradecimiento a Francisca Amorós Vidal, Archivera, y a Marisa Pérez Díaz, responsable de la Oficina de Información y Turismo; del Ayuntamiento de Archena. Su gentil y profesional trabajo recibido, me viene bien para ilustrar “in situ” un próximo viaje. Si este comentario mío sirve para preservar el monte Ope, animar a posibles viajeros, y conocemos todos un poco mejor este hermoso rincón de España, nos beneficiaremos recíprocamente. Enhorabuena, y hasta una futura visita.