Es un lugar donde nos reunimos con un grupo de 12 niños de edades comprendidas entre un año y tres años y medio, con un perfil de estos niños de riesgo social, familias numerosas, padres separados, padres drogodependientes, dificultad de comunicación, aislamiento, retraso psicomotor, inadaptación etc; nos reunimos madres y Educadores. Los niños son derivados del Centro de Atención Temprana y del Programa de Familia. Es, fundamentalmente, un lugar de encuentro y creatividad para los pequeños y sus padres.
Es un lugar de encuentro y creatividad en un doble sentido.Observamos que el niño viene con una falta de significación importante, que le hace situarse desde el desconocimiento del sentido que tiene para el otro, qué viene a representar él en el otro, cómo es acogido en el otro, en definitiva, desde dónde es él. Necesita identificar sus sensaciones y encontrar que él es también un aporte necesario al otro y que el otro reconoce su presencia como constitutiva para el mismo. Este es el espacio de encuentro que propone La Casa, un encuentro con su subjetividad, con su intimidad de ser, con su energía de ser, con su capacidad de ser y crear. Reconocemos y desarrollamos aquí la necesidad inevitable que tiene todo ser humano de crear; es en este sentido que la vida cobra toda su importancia, ya que no es posible sentirse vivo sin sentirse creador de su propia vida. Es en la más tierna infancia cuando más necesidad se tiene de crear, ya que no hay otra posibilidad de acercarse a la realidad exterior.
Es por ello, un espacio de descubrimiento de sus posibilidades, de sus potencialidades, del reconocimiento de su energía creadora, del reconocimiento de su derecho a ser diferentes, de ser diferentes y ser portadores de su deseo, de construir, de vivir, de sentirse vivos.
La mirada que se tiene hacia el niño es una mirada de potenciar la necesidad de vivir. Se le supone una existencia individual, un pensamiento, un cuerpo propio y unas sensaciones propias. Nuestro esfuerzo y nuestro deseo es ayudarles con la palabra y gestos a reconocer sus sensaciones y a hacerlas manifiestas para todos y de una forma que resulte importante para todos, por ejemplo: ¿quién llora?¿Enrique está triste?.
La Casa es fundamentalmente un lugar de palabras, llevando al campo del lenguaje el movimiento de vida de todos.
