Archena tiene una agricultura próspera, debido a la bondad de su clima, a la calidad de sus tierras y sobre todo a la iniciativa de sus agricultores para introducir el material vegetal y los métodos de cultivo más vanguardistas. Desde tiempo inmemorial su lucha ha sido el agua, siempre escasa, por lo que ha aprendido a sacarle el máximo rendimiento a cada gota de agua, incorporando los sistemas de riego y cultivos más idóneos.
El sistema de riegos existente es el heredado de culturas ancestrales, o sea, de inundación. Aunque se han modificado las antiguas conducciones de canales de tierra por tuberías y canales de cemento, siguen produciéndose importantes pérdidas de agua por filtraciones, desbordes y evaporación.
Como la mayor parte de los riegos se abastecen por aguas elevadas, esta circunstancia supone un notable incremento de los gastos de cultivo.
Debido al reducido término municipal, el agricultor de Archena ha ido extendiendo su explotación a los términos colindantes: Molina de Segura, Villanueva, Ojós, Ulea, Ceutí, Lorquí y Campos del Río, pudiendo decir que ha sido el colonizador e impulsor de esas nuevas zonas de regadío.
