La conversión de los mudéjares

Viernes Santo La conversión de los mudejares Se dio orden en 1501 de expulsar de España a los que no se convirtiesen, y aunque en principio la decisión sólo afectaba a los de Granada, las aljamas mudejares de las Ordenes Militares, señoríos y abadengos del reino de Murcia, decidieron enviar a Harnat-Ornar, vecino de Pliego y a Mohamed Alufé, vecino de Molina ante los Reyes Católicos para conocer las condiciones y asegurar al Rey su sumisión, adelantándose así a la orden real con carácter general, fechada el 11 de febrero de 1502.

Los mudejares murcianos elevaron a los Reyes un memorial con una serie de peticiones, conocidas por la contestación que los Reyes hicieron por medio de una carta fechada en Granada el 21 de septiembre de 1501.

Aceptaban los Reyes Católicos la conversión de los mudejares -conocidos a partir de ahora por moriscos-, y les dispensaban de pagar pechos exclusivos de mudejares los conocidos impuestos: servicio, medio servicio y cabeza de pecho de lo morisco. También que pudieran seguir utilizando durante algún tiempo las vestimentas moras, para reponerlas por cristianas paulatinamente. Podían usar sus casas típicas. Pero no dieron los Reyes respuesta a un aspecto en el que la Iglesia debía intervenir (los matrimonios celebrados entre parientes). Se les perdonaban las deudas contraídas; que los cristianos viejos los tratasen bien, que se les enseñase la doctrina y la Inquisición no se metiera con ellos hasta no estar totalmente adoctrinados.

Después del bautizo en 1501 los moriscos han adquirido los derechos y deberes de los cristianos. El pueblo deja de regirse por la aljama: grupo de viejos que representaban a la comunidad mudejar, con un poder ejecutivo y decisorio más bien escaso, y limitado a procurar armonía entre sus miembros. A partir de ahora se puede constituir el concejo formado por dos alcaldes ordinarios y dos regidores.

Autor: Manuel Enrique Medina Tornero.

Publicado en: "Pregón de Semana Santa Archena 2007"